sábado, 11 de agosto de 2012

Mi mayor tesoro

Antes de comenzar, mis queridos lectores, les comento que este post me ha costado un dolor de cabeza que me causó migraña. No es que esta lectura sea mala o me haya costado trabajo hacerla... simplemente sigo aquí, frente al computador (aunque debería estar en la cama descansando), porque la inspiración que tengo para escribir esto ha sido una cosa genial, y me era imperdonable dejarla pasar. Como suele suceder, vengo con una experiencia de vida, tal vez algo subjetiva, pero estoy casi segura de que, en alguna parte, encontrarán algo de inspiración también.
Recordando mi promesa, tanto para conmigo misma como para con mis lectores, vuelvo después de una temporada de inactividad total, como si hubiere pasado un lapso de tiempo metida en un congelador, dejando las cosas de lado, totalmente, en un absurdo intento de que nada me lastimase más. A veces, hay gente que usa el mecanismo de no pensar para no ser lastimada, y me vi, de alguna forma, contagiada en mi totalidad por aquel ridículo mecanismo (pues, en verdad, para mí es lo que parece, y me atrevo a decirlo porque he pasado por aquello varias veces, y es algo que critico sobremanera porque, a pesar de mis problemas y todo el sufrimiento por el que he pasado, nunca he apoyado la idea de dejarlo todo en stand-by, mi mentalidad es de las que prefieren luchar contra todo, sin importar cuánto duela o cuanto cueste).

Así, calladamente, me sumergí en una época de depresión. Sin lágrimas, sin quejas, y con una inimaginable explicación. Me había dado cuenta de que, desgraciadamente, estaba viviendo una vida sin sentido. Recordaba lo que me salvó la vida hace 5 años: pensar en los demás, vivir por ellos, hacerlo todo de esa manera ya que, en realidad, no era capaz de encontrar una razón para seguir adelante por mí misma... no hallé el valor suficiente en mí misma para arriesgarme a hacerlo, pero fue la última salida en la que encontré algo de coraje para no caer , al menos no tan abajo para ir con la muerte. Así, continué mi vida viviendo por mis padres, para hacerles orgullosos; por mis hermanos, para darles el ejemplo y el cariño que necesitan de parte de su hermana mayor; por mis pocos amigos, para demostrarles que, si yo caí más bajo que ellos, y fui capaz de salir con vida, estaría allí para darles la mano cuantas veces lo necesitaran, para hablarles, para regalarles mi experiencia, para que ello les fortaleciera y, así como yo, pudiesen seguir su camino. Y así fue como llegué a mis 21 años y no sabía en realidad qué estaba haciendo por mí. En realidad, no era nada... seguía teniendo las mismas razones para luchar, sólo que se desvanecían fácilmente. Es difícil luchar cuando uno no tiene nada dentro de sí, cuando actúa como un autómata; es difícil dar cuando uno no se siente completo...

Pero, me di cuenta también de que es imposible y, algo egoísta, tratar de vivir solamente por uno mismo, pues, siempre, se necesita algo de más, para irse completando a medida que uno va creciendo y tomando experiencia. Era estúpido de mi parte pretender que mi familia y mis amigos no iban a constituir una parte que impulsara mi existencia. Pero lo realmente complicado era saber qué faltaba allí, qué necesitaba para hacerme realmente feliz. Así, de alguna forma, después de pensar, de recordar tantas cosas, me di cuenta de que mi vida entera estaba sencillamente en lo que me fuere posible hacer por los demás! Ahí estaba yo, presente para ayudar a cualquiera que lo necesitara, sobre todo cuando alguien estuviere atravesando por crisis incluso más terribles que las que he tenido que sufrir yo (pues, también me di cuenta de que, a pesar de que esta vida sea mía, el mundo no gira a mi alrededor). Estaba allí, con mi experiencia, con mi sonrisa (pues es algo que nunca nadie me va a poder arrebatar), para dar a todos una voz de aliento, para mostrarles que, más allá de lo material, tenemos todos una vida hermosa por delante, y un tiempo que no es clemente y nos cobra todas y cada una de nuestras imprudencias.

Así, por más ilusa o remota que sea la idea, recordé por qué inicié mis estudios en Derecho. Olvidé estudiar arquitectura, olvidé estudiar artes (lo que en verdad me gustaba personalmente), para estudiar algo tan complejo y tan difícil (en cierto sentido) como el Derecho, pues, así, creía yo en mi inexperiencia, que podría hacer algo por los demás, que podría ayudarles contando con mis conocimientos, sacrificando mis propios gustos para hacer algo que sirviera realmente a las personas. Afortunadamente, también tengo como arma lo que están viendo, mis propias letras, con lo cual se me ha dotado para, igualmente, dar miles de enseñanzas desde mi experiencia a cualquiera que pudiere llegar a ellas. Por eso amo la literatura; por eso he recuperado el amor hacia mi futura profesión.

Pero, más allá de todo aquello, me he dado cuenta de que tengo otra hermosa razón para continuar con mi vida. Es una razón que surgió en mi corazón hace relativamente poco tiempo... es una razón que me hace suspirar, que me hace sonreir, que con sólo hablarme me da todo el aliento y la fuerza que necesito en los peores momentos. Es una razón? Es lo más lindo del universo, es casi mi vida entera, es una parte de mi corazón, pues ya se ha arraigado tanto a mi ser que, no reconocerlo sería inaudito. Vivo ahora enormemente feliz por tener a mi lado a una persona como él, puedo asegurar que ilumina cada uno de mis días, que su recuerdo simplemente me hace sentir un enorme regocijo en todo mi ser... no comprendo qué cosa hice en estos 21 años para haber merecido encontrarle en mi camino, para aprender a quererle, para brindarle incluso todo el amor que tengo, porque lo merece. Sí, tal vez otras personas en el pasado también lo merecieron pero, por razones que sólo conoceremos con el pasar de los años, sabremos por qué todo tuvo que suceder de esta forma. Ahora, puedo asegurar que nunca me sentí tan feliz en mi vida, nunca, nunca! Esta felicidad tan completa es algo nuevo en mi vida, y me alegro muchísimo por el hecho de merecerlo! Así, esa es la felicidad y el amor que debo seguir compartiendo, y debo agradecerte, a ti, amor mío, por haberme devuelto las ganas de vivir, por abrirme ese espacio en tu vida y en tu corazón, y por compartir conmigo el deseo de seguir adelante, de seguir adelante juntos... ya no quiero jamás estar sola de nuevo, quiero estar siempre junto a ti. Te quiero por encima de todo lo que la vida haya podido darme, te quiero incluso más que a mi vida misma, pero, ahora, que ya sé cuánto vale mi vida, la cuidaré para compartirla contigo, desde ahora y hasta siempre. Sé que ni la misma muerte podrá separarme de ti, porque aprendí también que el amor es más fuerte que la misma, aun así, sabes que también te daría mi vida, incluso mi alma, si en algún momento la necesitaras. Y ahora, cuando tengo la oportunidad, quiero hacerte saber (y a todos los que están leyendo esto) que te AMO con todas las fuerzas de mi ser, y es la primera vez que digo esto a alguien con tanta seguridad y con tanta firmeza. Vivo, en cierta manera, por ti, mi vida también es para ti, una enorme parte de mi vida que has ganado por ser la persona más hermosa que se ha cruzado en mi camino; quiero estar contigo, quiero vivir contigo! quiero que tengamos unos lindos hijitos, que nos casemos! Quiero cuidarte por el resto de mi vida y pasar contigo a la eternidad.

Es todo lo que quería hacerles saber; me siento bien haciendo este tipo de ejercicio, y ya va una persona a la que se le han escapado las lágrimas al leer esto. Me agrada, yo he llorado también escribiendo, y me parece maravilloso cuando sucede. Estas son cosas que en realidad salen de lo profundo de mi ser, así como todo lo que escribo para ustedes, pero no puedo negar que este escrito tiene una magia especial, pues, al fin y al cabo, el mayor propósito fue dedicárselo a él, a mi mayor tesoro.

Para terminar y añadirle algo más de sentimentalismo, voy a dejarles una pequeña canción de una serie de ánime que vi hace poco (Angel Beats), que también ha contribuido a las lágrimas y a la inspiración, y da la casualidad de que precisamente expresa todos los sentimientos que tengo hacia aquel personaje a quien he regalado mi corazón y que, con orgullo, digo, me ha enamorado, y me ha dado la más linda razón para vivir. Les dejo la canción y traduzco los subs en la parte de abajo.


Si vemos mutuamente nuestros rostros,
nosotros siempre luchamos!
Este es un buen recuerdo también...
Tu me dijiste que no tuviera más miedo:
sin importar los obstáculos que pudiera tener
podría encontrar la felicidad.

Eso es porque
incluso si estoy sola, seguiré
incluso si es muy difícil.
Definitivamente compartiré el sueño que tengo contigo.

Estoy feliz cuando estoy solo contigo, 
con nadie más!
Pero cuando me desperté en la mañana,
tu no estabas allí...

Yo siempre pensé que podríamos jugar por siempre,
pero yo sé que eso era solamente lo que yo creía.
Ya no estoy arrepentida de haber nacido.
Como al final de un festival,
hay soledad, pero tenemos que seguir.

Iré a cualquier lugar con las cosas que he aprendido aquí.
Te mostraré que puedo hacer que nuestro sueño de felicidad se haga realidad,
incluso si estoy separada de ti,
sin importar lo lejos que estemos,
renaceré en una nueva mañana.

Incluso si estoy sola, seguiré; incluso si quiero morir.
Puedo escuchar tu voz diciéndome que no debería morir.
Incluso si es difícil, incluso si lloro desde la soledad,
puedo sentir el calor desde el fondo de mi corazón.

Dando vueltas y fluyendo, el tiempo siempre está cambiando.
Ya no recuerdo qué sucedió, pero
si intento y cierro mis ojos,
puedo escuchar la voz de alguien riendo.

De alguna manera, ahora, eres mi más preciado tesoro.

domingo, 8 de julio de 2012

Carta a mi pasado


Querido, estimado, y a veces detestable pasado:


Sabes bien que últimamente te he pensado demasiado. Y no sólo últimamente; sabes que atormentas mi vida desde hace ya más de 6 años. Aunque, mi tristeza hacia ti viene sólo por temporadas, y creo que he caído nuevamente en uno de esos terribles y míseros tiempos en que, miro hacia atrás, y sólo encuentro un paisaje oscuro, desolado, devastado por tanto por el azar como por mis actos, tanto por las casualidades como por mis enfermedades, pero todo lo veo lleno de una oscuridad tediosa que llena absolutamente todo, tan fuerte que impresiona mis ojos y llena mi corazón... lo llena con todo aquello que, se supone, una vez luché por tirar a la basura, por dejar atrás…

Y me preguntó por qué todo tuvo que irse, o por qué todo tuvo que existir. Por qué tomé esas decisiones y no otras, por qué a mí, por qué no a otro, y se llenan mis ojos de lágrimas y mi corazón de rencor mientras me pregunto:

Por qué nunca te puedes quedar como yo quiero? Por qué no me dejas ser feliz como lo imagino? Por qué me quitas a las personas que quiero? Por qué me arrebatas las oportunidades para ser feliz? Quiero que me lo devuelvas todo, todo lo que me has quitado! Todas mis esperanzas, todas mis alegrías, todos los momentos de amor y de ternura que me has quitado… pero, más que eso, por encima de todo, quiero que me devuelvas a mí misma! Quiero deshacerme de estos delirios inútiles, de esta cadena de confusiones que sólo evitan que me enfrente con mi verdadera realidad.

Deja, por favor, de pisotear mi presente! Quiero  hacer una nueva vida, de una vez por todas! Quiero que mi vida sea solo mía, quiero manejarla yo, quiero arriesgarme a vivir!

Sólo quiero ser dueña de mí misma, quiero ser dueña de mi vida. No quiero más sueños rotos, no quiero más enfermedades; no quiero más desamor, no quiero más engaños; no quiero romper más corazones, no quiero tirar más tesoros a la basura; no quiero nunca más volver a arrepentirme de mis acciones y conformarme con ellas. No quiero ser un diagnóstico médico! Quiero ser una persona que luche por su futuro y se enorgullezca de lo que es! Quiero dejar de ser esa persona que se humilla y se desprecia, que se detesta, que se ataca y se hiere con cada una de las cosas que se le presentan. Merezco una oportunidad, Pasado, por favor, déjame tenerla! Sé que también merezco la muerte, pero esta vez estoy dispuesta a afrontar la vida, y a afrontarla por mí misma; a mostrarles a los demás de los abismos tan grandes de los que he salido, y las hermosas alas que he forjado con la misma sangre de mis venas, con el dolor de las lágrimas que he derramado todos estos años en pos de hechos imperdonables, pero, sí, Pasado, el Presente me está enseñando que soy yo misma quien tiene el perdón para todas aquellas ofensas, quien tiene la última palabra para permitirme seguir adelante…

Creo que, al fin y al cabo, siempre lloraré al recordarte; me has dado cosas tan terribles como hermosas, y creo que he pagado justo precio por cada una de las cosas en las que me he equivocado; creo que he pagado muy temprano ese precio, deberías haberme dejado vivir primero mi juventud y luego sí pasarme las cuentas, pero… si así lo dispones, si así es necesario para mi futuro, guardaré con amor y con valentía esta pena, recordando lo feliz que fui alguna vez, y teniendo siempre presente que puedo hallar aun más felicidad en el tiempo Futuro, gracias a tus valiosas lecciones, aunque bastante duras y trágicas, pero ahora sé que están hechas para mí, para fortalecer a esta alma tan débil, tan sensible y, hasta ahora me doy cuenta… tan guerrera.

Sólo… sólo quiero ser feliz. Estoy preparada para serlo. Creo que es hora de partir en busca de mi futuro….

Atentamente,
Kasya Black.


miércoles, 27 de junio de 2012

Mi declaración


Echar tanto de menos a alguien nunca estuvo entre mis planes…

Pensé que desde terminar con aquel tempestuoso caos que amenazó y logró descomponer un poco más mi salud, iba a tener un buen tiempo de relajación, de soledad, de reflexión, para pensar en qué iba a hacer de mi vida y para ver si podía reparar un poco todo el daño que había hecho, no tanto a los demás como a mí, y asumir de mejor manera las consecuencias de mis acciones.

Pero no fue así; es normal que las cosas no salgan precisamente como uno las tiene presupuestadas, a la vida le gusta poner sus modificaciones y ponernos a prueba, dejándonos en la tarea de sortear nuevos obstáculos para que nuestra existencia no simplemente suceda, sino para que logremos dejar nuevas huellas a medida que pasan los días, para que así no seamos simplemente juguetes de un destino mal fabricado. La vida, la buena vida, la felicidad, lo que en realidad queremos, cuesta, cuesta trabajo, cuesta lágrimas, cuesta enormes heridas y esfuerzos… cuesta mucho más de lo que pensamos, y cada día el precio es más caro porque las recompensas se van tornando mayores.

Y tuve que adaptarme sencillamente a ver cómo, con una conversación, con una mirada, con una que otra palabra bien dicha y en momentos precisos, se empezó a iluminar mi existencia con la aparición de una nueva estrella. Y esta sí que estaba lejos! A miles de kilómetros de mi alcance, pero era posible conquistarla.. al menos para mí, mi corazón y mis sueños me alentaban. Sin darme cuenta, cada vez me acercaba más a ella, hasta que logré verla y sentirla en toda su plenitud y dije: esta es mi estrella, tiene que ser para mí, debo llegar a ella, adorarla y protegerla, y amarla con toda la capacidad que tiene mi corazón. Y no me di cuenta de en qué momento todo esto sucedió, porque llegó como una brisa cálida y leve que solo empecé a disfrutar reservadamente, como un suspiro del otoño, hasta que, luego, me daba cuenta de cómo ese aire, esa inspiración, estaba entrando lenta y armoniosamente en mi vida, encantándome con todos los colores de un arcoíris con los cuales, tomando de nuevo la tarea del artista, pinté la loable hermosura de un amor, y este mismo fue bien recibido por mi estrella.

Y ahora vivo en pos de la misma, pues me he dado cuenta de que él es lo único que falta para que mi felicidad sea completa. Tendré que luchar y pasar sobre muchos obstáculos, lo sé, pero me complace salir a la batalla para, al final de este camino, tener la fuerza suficiente para merecer estar con él, para compartir toda mi vida con él, y poder desde el cielo deleitarnos de toda la maravilla del mundo, y que nadie, desde allí, y ya desde ningún lugar, pueda arrebatarme de su lado. Al fin y al cabo, es como si él fuera mi propia vida y, sin duda, estaría dispuesta a dar mi existencia y hasta mi alma por él, por él y su felicidad, pues él ya constituye la mía.


TE ADORO, AMOR! HARÉ HASTA LO IMPOSIBLE POR ESTAR CONTIGO, QUIERO PASAR EL RESTO DE MIS DÍAS A TU LADO, QUIERO QUE VIVAMOS EN LA REALIDAD TODO LO QUE HEMOS IMAGINADO. PODRÍA, SIN DUDA, DARLO TODO POR TI; ERES LO MÁS HERMOSO QUE ME HAYA DADO LA VIDA… TE AMO!

martes, 1 de mayo de 2012

Mi dulce melancolía...


Buena noche para todos. Como les nombré anteriormente, me es ahora un poco complicado escribir cosas sobre mí o sobre mi experiencia, tanto como lo hacía en mi blog anterior. Igualmente, reiteré mi propósito de volver a hacerlo, así fuera de una manera más sutil o con ciertos disfraces, como lo hago en el pequeño texto que tengo el placer de presentarles.

Su historia es sencilla. Un día, un par de semanas antes de ser hospitalizada la última vez (es decir, hace como un mes y medio), me desperté sumamente deprimida. Más que eso, estaba en un estado semi-catatónico; me era dificultoso moverme, hablar, hasta incluso pensar, y sólo sostenía una cara medianamente seria que denotaba una melancolía infinita: nunca me había visto tener una expresión tan fuerte en ese sentido; se transmitía fácilmente también en la atmósfera. Así que, llegué a la universidad, bastante torpe, como si estuviese soñando (a lo que le llaman un estado de disociación de la identidad, similar a tener múltiples personalidades, algo de lo que también me acusa el doctor), y sin pensarlo tomé mi cuaderno y un lápiz y esto salió con maravillosa naturalidad.

Sé que será difícil de comprender; incluso para mí lo es. La calidad literaria es rara, pero deben tener en cuenta que es un método epistolar. Esto va como una pequeña carta o narración para la mujer de la infinita melancolía, pero vemos cómo se le da un sentido casi místico a estos sentimientos de tristeza, que el narrador los transforma en algo básicamente placentero, sin olvidar el miedo que constituye entregarse sin miramientos a este tipo de sensaciones. 
Sin más, espero logren obtener algo de la energía del escrito, o al menos deleitarse con la simple literatura. 

¿Y, era posible que tu sonrisa melancólico-maniática me produjera tan terribles efectos? No lo sabía, pero ahora puedo asegurar que era real. Estaba acostumbrado a presenciar la sonrisa temerosa y, casi hasta sincera,  con la que tratabas de ocultar tus recurrentes accesos de tristeza (aunque no por esa razón aquel precioso sentimiento y esa bella sonrisa dejaren de ser para mí sagrados), pero, admito, en ese momento entendí y evidencié la hermosura libidinosa de ese rostro melancólico en toda su pureza, en aquella palidez rosa imperceptible, que era lo único que me permitía comprobar que seguías con vida.
Y lo digo así porque, sin necesidad de análisis o meditaciones desgastantes, he aprendido de tu genial filosofía que el ‘’estar vivo’’ no comprende ni el pulso del corazón ni el mediocre funcionamiento del cerebro, sino la medida en la cual pudiere un ser relacionarse directamente con la esencia de su espíritu. Y la tuya estaba perfectamente plasmada en el rostro con el cual me topé en aquel momento y que, ahora, no lograré borrar de mi memoria en ningún momento de la mismísima eternidad.
Digno de admirar en ti, oh, princesa, que tuvieres la valentía de entregarte a aquellos ánimos, de dejarte envolver por la grandeza de aquel alma invadida e inflamada por el ardor de este puro sentimiento, tan incomprendido y rechazado por la mayoría, incluso hasta por mí mismo, que suelo considerarme un ser con alguna carga de sensibilidad.


Y, resalto nuevamente, VALENTÍA, hermosa guerrera, pues en el mundo en que vivimos hoy en día no es ya posible entregarse a tan altos propósitos, pues indica hasta cierto punto desprenderse de las exigencias comunes. Así, vemos personas que, en su afán por ofrecerse a esta ‘’vida paralela’’, pierden y olvidan otros aspectos que, aunque de diferente importancia, son necesarios a quienes ostentamos una humana condición, y es aquí donde estos confunden sus dones y pierden sus preciosos encantos o, ¿qué esperar de un artista del alma quien no es capaz de rellenar ni sus mínimas necesidades? Una muerte lenta y prematura, igual o peor en vergüenza que la de los autómatas deliberados que quise nombrarte con anterioridad.
Es paradójico encontrar tal ánimo de vida en ti, oculto, rodeado de tanta muerte. Pero me atrevo a decir que, incluso si esta terrible realidad fuere solo una pesadilla, la vida y la emotividad perfecta que irradia tu existencia seguirá resaltando y brillando sobre todo nuestro jardín maravilloso. No puedo negar, a la vez, que siento algo de temor. No porque crea que vas a cambiar en algún momento o te contagiarás repentinamente de esa muerte: estoy tan seguro de tu pureza y la siento en tal grado que sé que esto no sería posible; además, tienes la virtud del alma, que, como sabes, está por encima de la del cuerpo, y esto no es susceptible, al menos en alguien como tú (si es que hay alguien que pueda ser como tú), de ser moldeado en ninguna forma; es como si estuvieres hecha  de un acero divino. Aunque tu cuerpo parezca débil, tu espíritu lo compensa, y es allí donde reside la fuerza que, te ruego, nunca olvides.
El miedo que me consume, el temor que me acongoja… ¡No quiero que vayas con ella! ¡No quiero que ella te lleve! Y admito que es por motivos en exceso egoístas, como cualquiera lo podría notar. Verte, placer solamente sensible, y sentirte, sentirte en el reflejo de tu inagotable energía, hasta  tal punto enceguecedora, puramente firme y deliciosa, delirantemente dispendiosa, deseable en todas y cada una de sus agraciadas formas.
Contigo he descubierto el placer en la maravilla del alma, siempre cuando esta se baña en genialidad. No quiero que te vayas y, cuando eso pase, deje yo de sentir lo que siento, aunque tú me asegures que puedo encontrarlo en mí mismo; deliro al sentirlo, alucino al observarlo, pues mi sencillo narcótico está en analizarlo. Y no quiero perderlo, ¡no quiero que te vayas! Sé que cada día surgirán nuevas maravillas dentro de ti, que eres digna de lograr y disfrutar a pesar de los sufrimientos que todo ello pueda generarte. Así, como especie de consuelo encarnado, estaré yo siempre esperando observarte en la delicada plenitud de tu maravilla…


Simplemente, no permitas que te lleve, no te vayas aún, por favor. Te necesito, mi sensibilidad te necesita, mi corazón te necesita. Todo más allá de un límite romántico, pues no te deseo carnalmente ni he buscado durante nuestra historia hacerte mía, como lo has visto bien. Solo te quiero, mi sensibilidad te desea, te necesita para llenarse de valentía; te necesito para saberme vivo, para recordar que hay razones para vivir… para reconocer que hay algo tan hermoso que nunca podré llegar a comprender…

miércoles, 14 de marzo de 2012

Test de la personalidad?

Buenos días!

Paso hoy con un ánimo un tanto de burla, y realmente mejor al que he tenido en los días anteriores. No es que haya estado mal, ni caído en absurdas depresiones (nótese que estoy tratando de mentir), pero, por cosas de la vida, fui a parar con un test de aquellos que uno se encuentra en la web para auto-diagnosticar qué problemas tiene su personalidad.

A mí, como problemas efectivamente comprobados, se me ha diagnosticado trastorno límite de personalidad y trastorno por fobia social. Tal vez en otra ocasión quiera contarles al respecto, pero hoy sólo quería compartirles el resultado del dichoso test que me encontré.

CaracteristicaGrado
DESCONFIADO (paranoide)NADA
SOLITARIO (esquizoide)UN POCO
EXCÉNTRICO (esquizotipico)BASTANTE
TEATRAL (histrionico)BASTANTE
TRAVIESO (anti-social)NADA
PRESUMIDO (narcisita)BASTANTE
TRÁGICO (limite)BASTANTE
MANIATICO (obsesivo-compulsivo)BASTANTE
SUMISO (dependiente)UN POCO
TÍMIDO (evitativo)BASTANTE


Jajajajaja! Al principio quedé con cara de decepción, pero luego reí bastante. Al fin y al cabo, es como una exageración de lo que es mi personalidad en sí, pero, joder!!! Todo es BASTANTE, BASTANTE, BASTANTE... whaaaaaat?! Jajaja, fue gracioso, en realidad. Y las que dicen NADA también me causaron bastante gracia.

Análisis real por parte mía:

  • PARANOIDE: Las personas con un trastorno de personalidad paranoica son altamente recelosas de los demás y como resultado limitan su vida social de manera drástica (...) Con frecuencia piensan que están en peligro y buscan pruebas para apoyar sus sospechas. Las personas con este trastorno tienen dificultad para ver que su desconfianza es desproporcionada para su entorno.
    Paranoide, yo? Es obvio que el NADA del resultado es obvio, jajajaja. Pero es doloroso. Ser tan confiado hoy en día acarrea serios problemas también, por los cuales ya me ha sucedido más de una tragedia...
  • ESQUIZOIDE:  Es una afección psiquiátrica en la cual una persona tiene un patrón vitalicio de indiferencia hacia los demás y de aislamiento social.
    Lo que me diferencia a mí de los esquizoides, o que me diferenció durante la mayor parte de mi vida en que vivía en aquella soledad tan abrumadora, es el hecho de que nunca me fueron indiferentes las demás personas, aunque así lo pareciera. Por tanto, me conformo con ese UN POCO, pues es conveniente decir que en múltiples ocasiones prefiero mi soledad y, por mi normal ensimismamiento, suelo ignorar lo que sucede a mi alrededor.
  • ESQUIZOTÍPICA:  Es un padecimiento de salud mental en el cual una persona tiene dificultad con las relaciones interpersonales y alteraciones en los patrones de pensamiento, apariencia y comportamiento.
    Este es el primero en el que me empiezan a descubrir, jajajaja! Es total y absolutamente evidente mi dificultad para las relaciones sociales, y es OBVIO cómo mi pensamiento y comportamiento suele ser distorsionado en gran medida (al menos la apariencia la manejo muy bien). Por qué no lo padezco? Porque  dicen que en mí prevalecen los síntomas psicóticos. Pero, entonces, en gran medida, tengo BASTANTE de esquizotípica.
  • HISTRIÓNICA:  Es una afección en la cual las personas actúan de manera muy emocional y dramática que atrae la atención hacia ellas.
    De manera emocional, diría yo. Acá me pusieron un BASTANTE pero yo no me considero en exceso dramática (si lo consideran ustedes les pido me lo comenten, por favor). Es notorio que mis patrones emocionales están por fuera de lo común, ligado esto con mi sensibilidad de proporciones tan gigantescas. Y claramente debo admitir que muchas de las cosas que sucedieron en mi pasado estaban dirigidas a llamar la atención (qué ridículo, lo sé, pero son cosas de adolescentes, a veces, y débiles y depresivos como lo era yo).
  • ANTI-SOCIAL:  Es una afección de salud mental por la cual una persona tiene un patrón prolongado de manipulación, explotación o violación de los derechos de otros. A menudo este comportamiento es delictivo.
    NO FUCKIN' WAY! Yo no soy así, nunca he sido así! Afortunadamente el test reconoce que de TRAVIESA no tengo nada (en ese sentido, claro está, muahaha!). Creo que soy todo lo contrario de esta personalidad.
  • NARCISISTA:  Es una afección en la cual las personas tienen un sentido exagerado de egocentrismo y una extrema preocupación por sí mismas.
    Creo que una muestra de exagerada preocupación por mí misma está en el simple y sencillo  hecho de hacer este test, e incluso estar haciendo este post. :O Será que tener este blog es una forma de expresar narcisismo? Antes no lo pensaba igual pero ahora me entra la duda (en serio!), será que eso me hace presumida? Bueno, supongo que si no lo creo yo, es porque no es real; parto del hecho de que esto es una expresión artística y es una terapia mental. 
    Me califican aquí como BASTANTE y eso me ofende un poco, lo admito, porque no me hubiese calificado de esta manera.
  • LÍMITE: Es un padecimiento en el cual las personas tienen patrones prolongados de emociones turbulentas o inestables, como sentimientos acerca de sí mismos y de los demás (...) Estas experiencias interiores a menudo los llevan a tomar acciones impulsivas y tener relaciones interpersonales caóticas.
    Me gustaría hablarles sobre esto en otra oportunidad. Aquí el BASTANTE ha sido realmente acertado. Por este padecimiento puedo asegurar que he hecho de mi vida un caos en un par de ocasiones... es una pesadilla realmente. Pero de esto quisiera hablarles con más profundidad en otro momento. Hay mucho por narrarles.
  • OBSESIVO-COMPULSIVA:  Es una afección en la cual una persona está preocupada por las reglas, el orden y el control.
    Hace unos años se me diagnosticó solamente Trastorno obsesivo-compulsivo, el cual creo que ya superé en gran medida, pues es una cuestión que ya no me incapacita de ninguna manera (o, solamente en periodos de mucho estrés, pero ya no es grave). Jajajaja, cuando estaba en mi época escolar era evidente cómo esto me afectaba. La necesidad de las listas para hacer todo, el tener que anotar casi todas mis acciones en la agenda, tener todo impecable y en perfecto orden (porque si no era así, sentía que mi cabeza no podía funcionar bien, como si los pensamientos estuvieran enredados), tener que escribir siempre con los mismos colores porque si no también mi cerebro se empezaba a confundir; no lograr decidir ni las cosas con menor trascendencia (qué sabor de helado deseas? eeeh... (media hora después), no sé! que alguien decida por mí!, etc, etc... jajaja, ahora es algo gracioso pero en esa época era muy frustrante. Creo que ya no me merezco el BASTANTE pero, bueno, lo acepto por los viejos tiempos, pero cabe resaltar que el término MANIÁTICO está mal usado aquí; este se usa en otro contexto.
  • DEPENDIENTE:  Es una afección prolongada (crónica) en la cual las personas dependen demasiado de otras para satisfacer sus necesidades físicas y emocionales (...)  Las personas que sufren este trastorno no confían en su propia capacidad para tomar decisiones. Es posible que se sientan devastadas por la separación y la pérdida de alguien y pueden hacer lo que sea, incluso sufrir maltrato, con tal de conservar una relación.
    Pensé que aquí me merecía un BASTANTE. Pero, debo aceptar que los acontecimientos de los últimos dos años me han ayudado a afrontar esto, pues considero que en mi infancia esta característica estuvo sumamente marcada, hasta hace apenas poco tiempo, en que he logrado enfrentarme a mi vida y tratar de valerme por mí misma (claro, a costa de otras cosas como recibir un hermoso trastorno límite u__u). Me alegra recibir ese UN POCO. 
  • TÍMIDA:  Es una afección psiquiátrica en la cual una persona tiene un patrón vitalicio de sentirse muy tímida, inadecuada y sensible al rechazo (...)  Las personas con trastornos de la personalidad por evitación no pueden dejar de pensar en sus propias limitaciones y establecen relaciones interpersonales con otras personas sólo si creen que no serán rechazados.
    Suena ridículo hasta cierto punto, pero esto corresponde con lo que me han diagnosticado como Fobia Social. Admito también que he logrado superarla en un buen porcentaje, pero como yo la padezco en el tipo de Fobia, esto indica que se suma a un trastorno de ansiedad generalizado y es eso lo que me atormenta indefinida y exageradamente. El BASTANTE lo tengo más que merecido. En otra oportunidad también les hablaré al respecto.
OH, ME HAN DESCUBIERTO! :D 

Si quieren hacer el test, les recomiendo no se obsesionen con los resultados, pues podría resultar peligroso para su salud mental (es real, no se vuelvan como yo), jojojo. Simplemente aprendan a reirse un poco de ustedes mismos (eeh... consejo de la semana...). Todos tenemos rasgos de estas personalidades en cierta medida, y eso NO indica que estemos padeciendo una enfermedad mental, de ninguna manera.

Aquí les dejo el link: http://www.testdepersonalidad.info/
Son 40 sencillas preguntas. Traten de responderlas muy sinceramente para con ustedes mismos; dependiendo de cómo son en este momento, no de cómo quisieran ser, por más extrañas que parezcan las respuestas.
Las definiciones de los trastornos han sido tomadas de: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000939.htm

Saludos! Que pasen una buena semana! 


miércoles, 29 de febrero de 2012

Shining - Tillsammans Ar Vi Allt (Togueter we are everything)

Hasta ahora me vengo a dar cuenta de que mi blog personal se está quedando desolado. Extraño las épocas en las que por semana escribía hasta 5 posts, y eso me motivaba sobremanera, sobre todo porque es un mecanismo efectivo para expulsar demonios, y ustedes no se imaginan cuánto bien me hace eso...

Así que, bueno, quiero volver a retomar aquello de alguna forma, sea como sea. Así lo que venga a escribir no sea una obra literaria (es que creo que me estaba exigiendo bastante y, ahora, en época de estudio, es un poco complejo producir cada semana, incluso cada mes), pues, en mi vida (y en la de cualquiera) hay cosas tan particularmente importantes, que vienen de cosas tan simples que... no merecen ser olvidadas. Quiero darles un espacio en mi recuerdo, y esta es una buena manera de hacerlo.

Todo esto para decir que planeo reivindicarme. No quiero compartir mi vida literalmente, quiero sólo hacerlo por mí.

Hoy quiero compartir una canción que me ha parecido hermosísima. El Depressive Suicidal Black Metal, les comento, es uno de mis géneros musicales favoritos. Comparte con mi personalidad la expresión extrema del sentimiento, y en una manera muy fuerte. Me gusta vivirlo y sentirlo. Así, he encontrado últimamente canciones de este género bastante románticas, unas así solamente (luego les mostraré algunos ejemplos), y otras con su típico picante depresivo/destructor.

Muy al estilo Lírica Bizarra (mi otro blog: www.liricabizarra.blospot.com ), les presento el día de hoy a Shining, banda sueca de DSBM con elementos también de Doom. La temática es básicamente suicida y autodestructiva. Me encanta de esta banda que, a pesar de su género, su música está muy bien elaborada, tienen muy buen sonido, nada chatarrero...

Cabe resaltar también que soy fan de Niklas Kvarfort, el vocalista de la banda. Tiene el carisma necesario para la cuestión, para impulsarte a que te deprimas un rato.

Les dejo entonces la canción y la letra traducida al inglés del tema Tillsammans Ar Vi Allt (Togueter we are everything), no esperando que les guste -sólo a los conocedores del tema-, pero sí que logren apreciarla un poco. Como les decía al principio, me ha parecido hermosa, tanto en sonido como en letra, y ha sabido llegarme al corazón, con toda esa maravilla, llena de una gracia tan triste como enamorada.



Come, come, come, come to me you wonderful disease
Tear me apart and put me back together and force me down on my knees
Inject all your evil into my innocent body
And in a few seconds all concerns go away, far away

Because without me you're nothing, you're nothing
And without you I'm nothing
But together we are everything

Hurt me, yes, hurt me you wonderful disease
Deprive me of your freedom, come and deprive me of my life
Take my hope, my dreams, my expectations for a we
And destroy them all, my divine negative inspiration

No pleasure can be liken to you
And no conquer can be equated to you
No euphoria can be compared to you
And no love can ever replace you

lunes, 30 de enero de 2012

El mar de mis sueños

Es interesante ver cómo vas creciendo; pensar en el paso del tiempo, en la fluctuación de tus ideas, de tus sueños, de tus creencias, y ver cómo todo va cambiando, indefinida e indescriptiblemente. Mirar la vida desde arriba, en algún momento de reflexión, es maravilloso. Es ver todo lo relevante que has hecho anteriormente, como examinando un mapa del tesoro, jejeje, sí! Como un pirata, con una pata de palo, un parche y demás remiendos, porque así es como nos va dejando la vida, con cada una de las experiencias que nos dejan enseñanzas, tanto las buenas como las malas, desde los días de marea baja, cálidos, con un océano claro y pacífico, pasando por las interminables noches de tormenta en que parece que el mismísimo infierno te absorberá entre tanto forcejeo; hasta las horas de batalla que, a pesar de parecer eternas, dejan estragos a veces imposibles de arreglar, y bien, sin posibilidad de olvidar…



Hoy estoy entonces en mood pirata, viendo el último mapa del que me he proveído, pues yo, en base a lo que he oído (hay otras personas que tienen más experiencia que uno mismo, cercanas, lejanas, mucho mayores o inclusive menores) y a decir verdad, con lo que he vivido también (tenía que servir para algo), he dibujado líneas y trayectos en mi mundo que pueden parecer inconcebibles, inalcanzables para cualquier ser que detente mi condición. Pero… al fin y al cabo, navego, navego… :)

A veces pienso que soy una pirata muy ambiciosa; que pido más de lo que merezco, así como creo que tengo ahora más de lo que debería tener, comparado con mi corta experiencia. Igualmente, a veces considero que soy una pirata muy débil, que no sirvo para la vida en el mar; que debería comerme un tiburón o que debería dejar que mi barco fuere destruido en el próximo enfrentamiento. Pero… al fin y al cabo, navego, navego… :)

Y esta es una declaración de guerra contra el que se ponga en mi camino, así sea yo misma. Es una declaración de afecto, de amistad para con quien decida explorar el mundo y llegar a la X que marca el lugar, que, por cierto, cada vez trae tesoros más impresionantes; cada vez gratifica la vida de una forma más exorbitante.

No voy a tener más sueños frágiles, no daré el brazo a torcer desde el primer inconveniente. He ganado muchas veces, así como también he perdido, y he sido victoriosa al aceptar mis derrotas, al reconocer mi debilidad y al reconocer que, más allá de todo eso, está el espíritu que me levanta y me repite que tengo que seguir viviendo para poder continuar soñando.

No voy a renunciar a lo que quiero, simplemente por encontrar opciones más fáciles de alcanzar. Nunca voy a pensar en otras alternativas. No voy a renunciar al paraíso que quiero encontrar solamente si, en un momento de debilidad, vislumbro una pequeña isla para descansar un momento. No hay lugar a rendirse, porque luego, de seguro, dicho descanso temporal se hunda y trate de llevarme consigo al fondo. Y todo sería por mi culpa, por haber elegido una opción sucia, por haber dejado mis ilusiones tiradas en el mar.

Mis deseos, mis sueños... hacen parte de mi corazón, son parte de mi vida (si no mi vida misma), y sin ellos  no vale la pena mi existencia. No los negaré, no los rechazaré, y no los olvidaré, porque son lo que necesito para ser feliz!!!!!
Lucha por tus sueños siempre con los pies en la tierra, siempre con la mente en ellos.

viernes, 6 de enero de 2012

Entre el cielo y la tierra

Mi año anterior, como se pudieron dar cuenta, fue una cosa pésima en materia de creación literaria. Tuve la mente absolutamente nublada, pero ya era hora de resurgir, para retomar mi mejor método anti-demonios y para compartir con ustedes mi arte y mi experiencia. Les traigo el primer cuento que escribo en este año. Empecé a hacerlo el 29 de diciembre pero me fue imposible terminarlo el año pasado. Tiene un orden lógico especial, pero no puede verse a simple vista. En fin, espero lo disfruten. Me harían un honor si lo leyesen. Recibo comentarios y sugerencias. Saludos y gracias por la espera!

ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA


Existe algo de grande y de horrible en el suicidio. 
Hay muchos cuyas caídas carecen de peligro, porque,
como las de los niños, son desde muy bajo para
lastimarse; pero, cuando un hombre se estrella,
debe venir de muy alto, haberse elevado hasta los
cielos, haber vislumbrado algún paraíso inaccesible.

Honoré de Balzac. La piel de zapa.

Despierto de aquel extraño y sublime sueño, volviendo al otro lado de mi mundo pero aun sumergido en ese cosmos en el que, con facilidad, puedo volar y cantar con mis ángeles, recorriendo las praderas de mi adoración y clamando alegremente con la voz de la tristeza, persiguiendo la liberación como el voraz león acecha a su presa; convirtiendo la sangre en arroyuelos que brotan por borbotones al oír el son alegre y tranquilo de la infinidad… en mis campos elíseos, en mi morada eterna, bajo mi sol favorito, entre las ruinas olvidadas de mi desesperación.
Pero batía un poco mi cabeza y pensaba. Estaba gastando mucho tiempo en estupideces, ya me lo habían repetido muchísimas veces, y sobre todo últimamente, desde mis padres, mi novia, pasando por mis amigos y paradójicamente, hasta un par de desconocidos (especie de videntes, tal vez, que sin saber de mí podían juzgarme ligeramente y acertar en el punto), y, aunque no me convencía firmemente de ello, mis 32 años me hacían creer que era cierto, total y absolutamente cierto. Era hora de… poner los pies sobre la tierra. No consideraba que estuviera viviendo en una nube, de ninguna manera, pero, evidentemente mi vida y mi forma de pensar no se desarrollaban como la de los demás, cosa que en efecto me enorgullecía pero en cierta manera conllevaba para mí cierto sentimiento de preocupación y hasta de lástima hacia mí mismo al ver, por ejemplo, cuando me deprimía y decidía aislarme porque, realmente, nadie entendía, nadie podía entender. No querían, no podían. Y eso no me importaba, yo sólo hubiera esperado que me dejaran vivir, al fin y al cabo no le estaba haciendo daño a nadie…
Así, al hacerse onírica la noche y llegar un enorme trancón de estrellas, abrí finalmente mis ojos. El  claroscuro día, purpúreo al caer los primeros rayos solares, descendía sobre la ciudad. Era una combinación hermosa, siempre lo había pensado, y trataba de plasmarlo en mis poesías, para que alguien lo viera como yo. Gustaba mucho de los colores, a pesar de que casi siempre vestía de negro, no por alguna obsesión o por evitar manchar mi traje, sino simplemente para no luchar con combinaciones, siendo que odiaba perder el tiempo en banalidades de ese tipo. En fin, gustaba mucho degustar con mis pupilas de los colores, los matices de la naturaleza, las luces… sí, las luces me fascinaban, desde una simple luz artificial, como el trivial semáforo, que me obligaba a observarlo antes de cruzar la acera para venir a casa, o hasta las luces del firmamento que, intermitentemente y entre afables visos, amenazaban con ahogarlo. Tal vez mis ojos estaban llenos de luces, y por eso devoraba apasionadamente el colorido de toda la existencia.
Adoraba especialmente el color de la piel. El color, junto con el olor de su piel, eran objeto de mi devoción. Ana dormitaba en un dulce y cálido sueño cuando, temerosamente, a pesar de los años que habíamos pasado juntos, me di la vuelta para acariciar su cintura, antes cubierta por una delicada sábana de algodón, casi tan suave como su piel. Me acerqué leve, casi imperceptible para percibir su olor, para mí afrodisiaco. Sus hombros, deliciosos y finos como el alabastro, armonizaban tan bien con su cuello que solo me podían evocar una musa de aquellas sobre las cuales tanto había leído. Ahora, en mi realidad, yo tenía una musa. Una musa que todos los días y en cada uno de sus breves y largos instantes se prestaba a alimentar mi imaginación, a saciarme con un aroma inolvidable y deleitarme con una blancura sepulcral; atractiva en la sencillez de sus formas e invocada loablemente por todos mis ánimos, desde los más humanos hasta los más celestes. La combinación de sus perfumes, tan exquisitamente suaves y extravagantes, me transportaba a la vez que con mis labios rozaba su cintura, ya sintiendo la gravedad de su respiración, cada vez más agitada, pero con una gracia ineludible. Naranjas y fresas, chocolates y caramelos recordaba mi imaginación con el olor de sus pequeños senos, que me extasiaba aun más al percibir el frío olor de sus pezones, duros, adornándola en toda su humilde belleza. Podría pasar el resto de mi vida allí, postrado frente a ella, besándola, llenándome de su presencia solamente con su esencia, con ese bello perfume que me llamaba solamente a quererla, a adorarla como la única diosa de mi existencia.
Con cada reflexión mía, con cada movimiento, con cada pensamiento (porque estoy seguro de que esta mujer podía captarlos a la perfección), se abandonaba perfectamente a mis caricias, en la misma medida en que el olor de su sexo me embriagaba y me elevaba. Y aquella unión de fragancias en un solo cuerpo era tan mortal para mí que sólo podía introducirme en ella y, así, pensar que realmente me pertenecía… como si tuviera yo tanta suerte, como si mi fortuna fuera tanta para poseer a una mujer tan grandiosa como las mismas estrellas, lejanas, brillantes y lejanas, perdidas en los inmensos cielos, en la telaraña del mismísimo universo.
Delirante, adicto, transportado, narcotizado. Era una masa de sentimientos y de sensaciones vivas, palpitantes, desde que la veía desnuda junto a mí, pasando por la exhalación que me indicaba que mi cuerpo ya había sido, en cierta manera, saciado; llegando finalmente a un lapso de una o dos horas en que seguía endeble, perdido en ese mundo provocado por mi imaginación, unida a nuestros sentimientos y sensaciones, junto al amor que le prodigaba ciegamente a esta mujer, y que ella, al menos, en alguna época, había llegado a sentir por mí.
Saliendo de aquel embrujo, volví en un momento a mi habitual corporalidad, habiéndose inaugurado ya por completo una nueva mañana. Pasé por la tosca alfombra del pasillo, sintiendo en mis pies un cosquilleo singular, poco agradable para mi cuerpo sensible y agotado por el éxtasis en el que aún navegaba; crucé la antesala sintiendo una suavidad bastante rústica, algo enfermiza, hasta llegar al frío suelo de mármol de la cocina. ¡Qué sensacional paseo, literalmente hablando, había tenido desde mi habitación hasta aquí! Vaya, pocas veces en la vida se dedica el ser humano a sentir, buenas o malas sensaciones, duras, pesadas, embriagantes, dolorosas, hermosas, tristes, increíbles, tormentosas… todo pasa, la maravilla se aleja, y luego, al llegar casi el fin de la  vida, escuchamos cómo los viejos dicen que desearon haber vivido más; todo pasa, la maravilla se aleja, y al final sólo quisiéramos haber tenido otra oportunidad.
Abrí la llave, me serví un enorme vaso de agua que pretendió helar mi mano. Pasó un ligero escalofrío por mi cuerpo al beber el primer sorbo, pues sentí cómo descendió por cada uno de mis órganos hasta llegar al estómago. Me detuve, dejo el vaso sobre el mesón y apreté mis manos, las junté, las observé, las sentí. No lograba descifrar si en la batalla entre mis manos ganaría el calor o el frío, pero apreciar aquellas temperaturas tratando de mantenerse una sobre la otra era absolutamente asombroso. Continué bebiendo de mi vaso, primero rápido, luego despacio. Estuve totalmente saciado con el sabor del agua, combinado aun con las dulces esencias que habían dejado su rastro en mi boca, producto del sabor escondido e indemne de mi adorada Ana.
Pasadas unas horas, poco antes del mediodía, no lograba concentrarme en mis labores rutinarias. Me era definitivamente imposible. Mi mente estaba llena solamente de vivos recuerdos de lo que había venido sintiendo los últimos días. De pensar solamente en cualquier sensación, podía ya revivirla en toda su plenitud: el sabor de la sal, la cual gustaba de saborear incluso sin compañía de las comidas, por el sencillo placer de que mi sistema nervioso se activara con aquel sabor enérgico; el sol sobre mi piel al salir a la playa, junto con la arena bajo mis pies y el agua del mar en un mismo conjunto, alucinando mis sentidos y, a la vez, sentir el paso de cada segundo, observando cómo se ponía la tarde y llegaba nuevamente la noche a recibirme, junto con la hermosa serenata que las olas del mar, ahora tranquilas, brindaban melodiosamente a mis oídos, donde se  introducían para permanecer vívidas con todo su esplendor, pintando agradablemente en mi memoria.
Aunque yo cada día estaba más complacido y embelesado con aquella gracia que me brindaban mis sentidos, Ana ya no quería acercarse a mí. No quería que la tocara, incluso no quería que le hablara; ya no quería tener un bebé, ya no quería que yo fuera su esposo, pues ella dijo que no se casaría con un demente. Mis padres hablaban constantemente con ella y ahora nos visitaban incluso varias veces a la semana, y con gran cariño y amabilidad trataban de hablarme y aconsejarme, me pedían que retomara mis actividades, que cambiara de trabajo; que fuera con el médico, que tomara mis antiguas píldoras para dormir…
Y yo no tenía espacio para dormir, sólo quería vivir y sentía que el sueño me coartaba y trataba de impedir la cómoda relación que ahora tenía con mi sensibilidad, y no podía yo permitir que se me quitara lo más preciado que tenía en la vida, pues, ¿qué tal si un día durmiera y al despertar ya no pudiera retornar a mis sentimientos y sensaciones anteriores?
Y yo no tenía espacio para pensar, sólo para sentir…
Así que tomé aquel abrigo lleno de polvo, perfecto para la ocasión, aquel que me había negado a tocar hacía ya varios años, sintiendo su blanda textura, como si hubiera vuelto a la vida luego de aquellas reflexiones y sentimientos solamente recordados. Observé a Ana, de pie cerca del umbral, oscurecida su figura por la blancura cegadora del mediodía, haciendo ambas un contraste delicioso. Tomé su cintura, pasando suavemente mi mano por su curva, a lo cual ni se inmutó. Besé su mejilla con inocente pasión, recargándome con su perfume otoñal, casi angelical, y siguió sin decir palabra ni hacer amague del más mínimo movimiento.
Partí. Tomé una senda estrecha que llevaba hacia el río, pretendiendo alejarme del ruido, de las palabras, de la podredumbre. Quería ir al fondo del bosque y encontrarme con el rio para escuchar sus canciones, y luego ver a los pajarillos en un desfile de colores y sonidos alucinantes frente a mis ojos y así, deslumbrado, regresar a casa para poder pintar los sentidos en mi lienzo; poder satisfacer de alguna manera mis ganas de mostrar al mundo, o al menos a mi mundo, un prototipo menos abstracto y más comprensible de aquella felicidad de la cual yo era partícipe, solamente por abrirme a una perfecta armonía con la naturaleza, solamente por ser su fiel admirador.
Caminé extendidamente, hasta pasadas aproximadamente 3 horas. También me gustaba sentir el cansancio, darme cuenta de cómo iba apoderándose de mi cuerpo lenta y casi imperceptiblemente, todo gracias a la simple y preciosa dedicación a los múltiples deleites que me ofrecía aquel espacio, lejos de todo y que se expandía ante mí como único reino inigualable, digno de príncipes celestiales pero, desgraciadamente y en su mayoría, habitado por sucios autómatas, ciegos y despreciables. Ya empezaba a escuchar en la lejanía el sonido del rio, así que decidí descansar, escalando primero una enorme roca para poder retener una mejor vista del paisaje, aunque un poco nubado por las ramas de los árboles. Me entretuve viendo un pajarillo de plumas violáceas, con algunas trazas blancas en su pechera. Chillaba y brincaba buscando a su madre, probablemente, pues sus saltitos tímidos denotaban que apenas estaba conociendo el mundo, y no conocía aún que sus alas, aquel par de instrumentos maravillosos, dentro de poco, serían sus aliados para llevarle a conocer el mundo, a ver toda la grandeza que guardaba dentro de su misma pequeñez. Y me sentí nuevamente miserable por no poder enseñarle aquello a Ana, ni a nadie. Me sentí impotente, al darme cuenta de que hoy en día los pájaros no abren sus alas, y prefieren quedarse en la seguridad de la superficie para evitar tal vez una caída, para evitar el sol cerniéndose sobre su plumaje, para escapar de los predadores… para evitar la grandiosidad de la vida. Se guardan en un oscuro rincón de algún pantano sin nombre, quedándose pobres, perdiéndolo todo a cambio de la quietud, la sequedad y la falsa certidumbre de una fosa sin esperanza. Yo sólo quiero que vengan conmigo. Sólo quiero que vean con mis ojos, que sientan con mi corazón, que vivan con mi vida…
Siempre admiré la esencia de las lágrimas. Su fuente sacra, su sabor salino, su color inmaculado, y la especial manera en que resbalan cálida y graciosamente por las mejillas al descender, buscando algún escondite. Ahora una lágrima rodaba por mi rostro y nuevamente mi sonrisa se esbozaba, con una felicidad de otro mundo. Busqué con mi mano izquierda en el bolsillo del negro abrigo aterciopelado, sacando un rojo pañuelo, frío y algodonoso. Tomé una honda bocanada de aire, levanté mis ojos por última vez al claro cielo y, halando del gatillo, me introduje salvajemente y sin ser invitado en los aposentos de la muerte, esperando ahora el momento en que me llame a sentir su inclemente veredicto.
F I N
Enero 6, 2012.
Nastenka.