viernes, 15 de mayo de 2015

Me desaguo

Siento que me pesa el corazón. Y no me pesa en ese hermoso sentido de estar lleno de amor o sentirse a punto de explotar de alegría.

Me pesa el corazón como si estuviera lleno de hierro, y no es el hierro que yo esperaba como aquel que me blindara el alma de fortaleza y de valentía.

Es un peso tan grande, tan inestimable, que siento que si lo sacara y lo dejara sobre el suelo, fácilmente podría abrir un hueco en la tierra. No de dos o tres metros. Quién sabe si llegaría hasta el otro lado del universo o si prefiriera quedarse en algún círculo del infierno.

Me pregunto si aún bombeará sangre al resto de mi cuerpo. Es posible que no, ya que mi cuerpo permanece frío, a veces soportablemente, y en otras ocasiones en una frialdad casi sepulcral. Puedo pasar 4, 5 horas en mi cama, cubierta con varias cobijas y… el calor no llega. No quiere llegar.

(No referencia a autor de la imagen)


Tal vez porque, en vez de sangre, hay agua. Hay agua helada, como la recién salida de un páramo, puesto que no hay nada que la condimente… que le dé un pequeño toque de vida, a pesar de que en sí el agua es vida.

Por eso, tal vez estoy viva como la muerte. Tal vez tengo una vida que pasa sin los encantos de la misma; que me ha alejado de todo aquello y me regala todos los días un enorme vacío en el pecho, un concierto de lágrimas neutras y una enorme ansia de silencio total. Siempre.

La cabeza existe. La mente, la racionalidad. Creo que de eso me queda un poco. Pero es dado saber que también el sentimiento produce una función cerebral. Y parece mi cerebro tampoco es inmune al agua, al agua helada.

Y hablar, y decir, y explicar. Todo es en vano, es un círculo vicioso. Porque toda persona que funciona diferente a quien tiene un cuerpo y un corazón común no puede ponerse en los ‘zapatos’ de otra para entenderla.

Y nuestro sufrimiento, nuestra razonabilidad, nuestra imaginación y creatividad… hasta nuestra propia experiencia, es un drama. Es un cuento que una vez conté y que nadie tiene la certeza de que existió. Y que las lágrimas que despejaron mis ojos fueron falsas, y que todo era una obra teatral.

No quiero hablar sobre el mundo. Hoy no tiene importancia dentro de mi ser. Pero, la intolerancia y la falta de ‘conmiseración’, de ‘paciencia’, de ‘tolerancia’ para con el otro, son otro de todos esos discursos que se inventan, a veces personas consideradas, a veces personas desconsideradas, que deben tener algún interés.

Personas que quieren, tal vez,  inspirar a otras, que llenan a otros de buenas intenciones, y ellos sólo se quedan en el ostentoso castillo que crean bajo un cielo gris, mientras nosotros morimos en la miseria de la realidad, de la realidad en soledad, porque nadie quiere que seamos parte de nada.

Mis dedos funcionan poco. Mi mente ya no desea hablar. Algún artificio extraño y odioso de la existencia me ha hecho un ser despreciable a ojos de los demás. Yo me encuentro agradable a mí misma, pero… duelo. Soy un horrible dolor, y siento cómo ese dolor duele y perfora. A mí también me duele.

Descansaré este pesado corazón de nuevo, fingiendo que el sueño es un buen aliado. Pero no puedo pedir mucho, si bien no quita el cansancio y aumenta las ojeras, paradójicamente, servirá para llevar el pensamiento a otro universo, durante unas buenas horas.

(No referencia a autor de la imagen)

Espero no seguir dejando mi rastro aguado por la casa. Espero no dejar empapada la cama. Prefiero secarme.

Odio derretirme, odio desaguarme…



Firmado como K.S., a 15/05/05.

5 comentarios:

  1. Hola, me cayó como anillo al dedo, fue la lectura indicada, en el momento perfecto, gracias, cuidate

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    1. A ti mil gracias por leer. Me es muy agradable saber que alguien se identifica conmigo y con mis palabras.

      Un abrazo :)

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  2. Hola muy bueno. Nose si me deja publicar

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  3. A si me deja jeje, a mi me pasaba lo mismo por epocas. La verdad q ahora estoy mejor, con un poco de medicacion aguanto el dia a dia que era lo q mas me costaba y ya no me preocupa tanto el futuro, un poco si porque no tengo empleo y me preocupa un poco estar demasiado empanao para conservar uno jeje pero hay que intentarlo con ganas. Bueno un saludo. Cuidate

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    1. Pues, Miguel, si tienes algo que decir, claramente puedo darte un espacio para que publiques aquí :) Así que, en ese caso, espero tu aporte, sería muy interesante.

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